Difícil situación para las categorías en
Venezuela, aquellas que aún permanecen bajo la situación del país. El siguiente
escrito tiene como objetivo otorgar una perspectiva del ahora y del aquí
asociado con la situación de consumo y compra tanto en los supermercados cadena
como en las farmacias.
Un resumen, largas filas. En Venezuela no hay
una diferenciación clara del porqué algunas Farmacias Cadena venden algunos
productos regulados alimenticios (son comercios mix) y si hay una explicación
lógica del porqué en los supermercados cadenas las filas comienzan horas antes
de su apertura al punto de que los compradores deben madrugar para poder
adquirir los productos debido a la cantidad de personas que en ellas se
encuentran.
En el caso de los compradores de productos
regulados, los mismos son obligados a esperar-hacer fila, son marcados
correlativamente con números y alineados a la intemperie hasta lograr el
objetivo final que no es asegurado debido a que la existencia de productos
dentro de los lugares es limitada, es decir en Venezuela la distribución de
estos rubros (alimenticios, repuestos, productos de higiene personal) tienen
una existencia reducida y ni siquiera llegan a los anaqueles.
Para la obtención de productos “regulados” la
compra es frenética, es frustrante y tiene un alto contenido de tensión a pesar
de que algunos venezolanos sostienen que el “humor” se encuentra presente,
basta con ver cientos de objetivos de personas, mujeres en su mayoría
intentando llevar un paquete de pañales para sus hijos para darse cuenta que la
situación a nivel social, y el aparato psíquico de la mayoría de los
venezolanos se encuentra más allá del conformismo.
La situación en Venezuela, debido a la crisis
de los precios del Petróleo es delicada. Aislamiento y desarticulación del país
a niveles nunca antes vistos nos hacen una isla perdida de la economía, de la
cultura y del progreso en el mundo, y mientras los alimentos sean subsidiados
con una moneda que en nuestras fronteras posee un valor irrisorio frente a
nuestros vecinos, el contrabando de extracción seguirán sucediéndose y el valor
de uso, el valor real de estos rubros subsidiados por el Estado continuarán
siendo un negocio valioso para aquellos quienes pueden pagar el diferencial o
para los que no pueden faltar a sus actividades diarias para hacer la ya normal
“cola” del supermercado.
Dentro de los rubros de mayor escasez, 70% o más,
se encuentran: harina de maíz pre cocida, desodorantes, arroz, azúcar, café,
pollo, margarina, arroz, pasta, Champú para el cabello (los cuales son los
rubros que componen los de mayor rotación y compra para la mayoría de los
venezolanos, humildes o no, ya que estos componen mucha de la identidad de
nuestra dieta más tradicional y por otro lado aquellos como el desodorante que
son básicos para la higiene personal.
¿Si pueden
conseguirse, la compra está regulada, y que significa?
Los rubros están clasificados y se necesita un
documento de identificación venezolano para su compra. En los supermercados del
Estado, y en las Farmacias Cadena la compra de los mismos se encuentra limitada
a cantidades y frecuencia de compra. Por ejemplo, una persona solo puede
comprar dos unidades de crema dental, dos jabones y dos desodorantes en una
semana, y probablemente no consiga en el mismo lugar todos estos artículos.
Difícil, si y no en menor grado. Ya que toda la
situación perjudica a los habitantes, o “sobrevivientes” como se autodefinen
los venezolanos, para la Antropología y los antropólogos que estudiamos el
fenómeno del consumo y tratamos de hacer una ciencia de ello, desde el aquí, la
compras y las marcas son un tema Tabú, los informantes en las calles no desean
hablar de ello, ni de sí mismos ni del país y los que pueden hacerlo lo hacen
con un alto grado de pesimismo en todos los sectores y clases sociales.
Un país lleno de miedo pero de indignación,
compradores que critican la situación política y por ende el impacto en lo
económico, deseos de emigración y en algunos pocos casos la necesidad de la
lucha continuada, del aguanta o de la promesa para algunos que es más que
suficiente por parte de la dirigencia política de los pro y anti gobierno.
Para la Antropología y los Antropólogos, un
caso difícil, una violación a nuestra profesión no poder interactuar con el
otro (negación de la alteridad), antes porque teníamos miedo de que un
informante con rasgos histéricos, neuróticos o esquizoides nos agrediera por una
de esas inevitables conversaciones políticas, y en el ahora porque el Estado a
través de los cuerpos de seguridad prohibió de forma determinante la toma de
fotografías, o la “queja” de cualquier tipo en relación a la situación de tener
que pasar al menos cinco horas en fila para comprar un papel toilette, una
crema dental o un desodorante, o como presencie en días pasados una carrera de
mujeres en búsqueda de toallas sanitarias o protectores diarios.
Ser Antropólogo en Venezuela, es una actividad
de riesgo, se niega la posibilidad de ver hacia adentro para alimentar la crítica
sin tener que tomar ninguna postura, en mi caso la necesidad de lo interno es
una cuestión necesaria y anticultural del Venezolano, no sabemos vernos lo que
sabemos es proyectar la culpa, no tenemos capacidad de organización para la
exigencia de un proyecto de país, somos individuos serviles ante un gobierno
que solo alimenta la esperanza y nuestra única salida es salir huyendo del país
como cuando a comienzos del siglo pasado debíamos utilizar el ferrocarril.
Para ir a Maracaibo, debíamos ir a Curazao en
escala y luego continuar, una desarticulación poco casual no solo hacia el
exterior sino de las autopistas que conducen a la capital de la república. En
estos momentos en Venezuela, para ir a Madrid, debemos ir a Bogotá ya que no
hay forma de viajar o adquirir boletos aéreos para conectarnos con el mundo.
La crítica es necesaria y siempre deberá ser
una postura de las ciencias sociales porque nos debemos a la ética y para eso
debemos ver hacia dentro y ser adversarios de todos, especialmente de aquellos
quienes ejercen la política como una forma de auto-enriquecimiento,
escalamiento social y búsqueda de oportunismo para ganar estatus.
Asumo de igual manera que estos escritos
reflejan una parte de la realidad del país. Para la otra mitad, la promesa
incumplida, la esperanza, la magia del “Dios que provee” sigue siendo la interconexión
con lo político, restos simbólicos, una parte de lo que sostiene el sistema
desde el pueblo.
Alejándome ya de lo político, las compras y los
compradores en su mayoría, mujeres (Matrisocialidad) mantienen una posición muy
alejada a lo que la mayoría de los analistas culturales piensan. Esto del
conformismo, no está presenta en nuestras colas, la frustración, la violencia y
la neurosis podría definirse como de los rasgos más característicos.
Mirando hacia el origen, proyectando hacia lo que
viene.-
Referente al comportamiento del consumidor, para
esas otras categorías, rubros de productos cuyos precios no están regulados y se
encuentran dentro de estos “retailers”, la situación no es favorable. Los
compradores de lo “no regulado” se encuentran bajo el control de quien ejerce
el poder (el vigilante o portero) quien indica quien entra y quién sale, y en
caso de que usted desee comprar una esponja de baño, un rímel para los ojos y
una bebida energética igualmente tendrá que hacer la fila; necesaria es
entonces una estrategia para lo que llamo “el afuera de la fila, el afuera del
lugar” y una estrategia para lo que pocas compañías quieren entender que es el
fenómeno de la fila en donde hay oportunidades estratégicas para la colocación
de productos (un regalo analítico-estratégico que no deseo profundizar).
En fin, la compra está llena de espera, de
impaciencia, de custodios por parte del establecimiento, del intercomunicadores
y de los avisos por el parlante “evento de seguridad en tienda” en donde todo
el mundo de vaciar la cartera, el bolso, la bolsa para ver quien se ha robado
un desodorante de precio regulado, un refresco de soda o cualquier producto que
sea necesario.
Lo ecológico, lo externo está vigilado, y ante
el desorden la violencia la actuación es nula. Aquellos de uniforme solo
cumplen una función, y quienes piensan que no la tienen porque no actúan se
equivocan, simbolizan el poder del Estado y sus funciones, simbolizan que la
fila se cumpla a pesar de que se susciten actos violentos, simbolizan
obediencia y “cumplir” la igualdad de que todos los sobrevivientes del país por
autodefinición se coloquen unos detrás de otros en la fila, se aseguran que ya
no se pueda elegir que comprar porque siempre hay una frase que “impulsa la
compra” en estos tiempos:
Señor, lléveselo que es lo que hay”, y si
alguien pregunta por una marca, seguramente una risa vendrá acompañada como
parte de una ironía. Para aquellos quienes piensan siempre en lo positivo, los
compradores por primera vez ven con pesimismo la situación del futuro, como la
construcción del Helicoide, el país nunca termina de llegar en buen término a
ningún lugar.
En palabras
de Arturo Uslar Pietri, 1999.
“El Petróleo es una riqueza transitoria que no
la producimos los Venezolanos, que la recibe el Estado por un azar de las Leyes
y que la distribuye a su real saber y entender generalmente de una manera
paternalista y poco practica (…) el Petróleo debería dejar de ser una renta,
sino una remuneración del trabajo para los venezolanos, el país más que una
realidad económica es una apariencia” (…)
Si, lo lograron, quienes sean quienes
participen en esto, se logró un desplazamiento de los productos de consumo
traídos o con marcas traídas o terciariamente manufacturadas desde los Estados
Unidos de Norteamérica, por otros de la región Latinoamericana, Pakistán,
Aceite de Oliva desde Siria y otros países que generan reacciones dudosas sobre
el sabor, la calidad y que podría hacerle a sus hijos (drivers de compra
importantísimos para los Venezolanos). Desapareció la estrategia de compra por
conveniencia y cercanía a la casa, ahora tenemos largas filas, productos que no
conocemos y altos precios que nos hacen evaluar eso del esfuerzo de vivir en un
país donde la gran mayoría se levanta a las 5am de esos compradores para ver
como balancea la vida entre el trabajo y las compras tanto en el supermercado
como en las Farmacias.
Se logró la unificación de la compra, una transición hacia las
condiciones mínimas de bienestar (alimentos básicos, imposibilidad de adquisición
de vivienda, y precariedad de empleos a través de ingresos de carácter mínimo)
versus países del mundo con menores condiciones e ingresos. Las marcas disponibles son aquellas que ejercieron
su liderazgo en la categoría, y otras que a través de las importaciones
aparecen de forma intermitente, la única forma ideológica que no sufrió un
pensamiento uniformado fue la del pensamiento de sectores de la población.
De lo Antropológico a la Fenomenológico.-
Las dos fotografías se corresponden a unos 200
metros de fila en la parte exterior de un supermercado cadena ubicado en el Noreste
de la Ciudad de Caracas en Enero del 2015.
Fotografía
1. Vista Exterior en la Acera del Municipio Chacao. La
fotografía describe el conflicto y la aglomeración de compradores a la puerta
de un Supermercado que expende productos regulados.
Fotografía
2. Vista de la Entrada (Filas de personas interactuando) en las inmediaciones
del mismo Supermercado. La interacción comprende básicamente dos temas:
situación país en lo económico y como lo político influye en la misma.
La unificación de productos se suscita como una
consecuencia inmediata de la escasez, en mayor medida los venezolanos no
tenemos posibilidad de escoger entre marcas y para ello desgloso el proceso de
compra de un rubro básico de higiene personal como lo es el desodorante como la
última parte de esta publicación en el Blog:
1. Los compradores se colocan en fila
de la Farmacia Cadena, este proceso sucede en tres formas:
1.1. La primera es de forma casual, es
decir la compradora, o el comprador o la familia sale del hogar a sus
actividades regulares y al observar una fila de compradores se dirige al lugar (seguimos
a otros sin saber lo que hay en existencia) para buscar y proceder a realizar
la fila para la compra de un producto que no necesite o si necesite o que pueda
intercambiar o que pueda ser de la necesidad de un familiar o amigo
(compadrazgo-ver concepto en Antropología).
1.2. La segunda forma de compra es por
descarte dentro de la zona de residencia, es decir amas de casa o responsables
de la compra de forma estratégica se dirigen a varios supermercados de la zona
donde viven en forma escalada. Visitan el primero de ellos en búsqueda de lo
disponible, luego se dirigen al segundo, al tercero y así sucesivamente. Siendo
importante agregar en este sentido que la comunicación vía celular juega un
papel vital, junto con el boca a boca. Una persona avisa a otra, y a otra de
forma viral para ubicar los sitios de compra que posean los productos que sean
de su necesidad pero ya no de preferencia, ya no pueden escogerse ninguna de
las marcas ya que desaparecieron los “tiers” de precios y de opciones de
marcas, las causas capacidad nula de producción nacional, importaciones y
cierre de empresas productoras.
1.2.1.
Hay
una forma subsiguiente de compra que cubre este patrón, pero los compradores
provienen de zonas extra urbanas incluyendo el interior del país, en donde los
índices de escases de productos superan el 90%.
En la fotografía inferior se observan cómo se
encuentran los anaqueles en Venezuela para Enero del 2015, específicamente
dentro de las Farmacias Cadenas. Les invito a observar la fotografía y como lo
señala el rotulador de la parte superior del pasillo de compra solo se observa un
tipo de producto, situación visualmente
similar a los países socialistas Europeos que tuvieron la implementación del
sistema ideológico en base similar sin las tropicalizaciones propias del
populismo Latinoamericano.
Fotografía 3. Para mostrar la unificación.
Durante Observaciones en Campo, Enero del 2015
1.3. La tercera forma de compra se
suscita por estrategia de carácter grupal, situación similar a las que se dan
en el llamado “Black Friday”. Familias de más de tres miembros estratégicamente
se distribuyen los roles por rubros. La responsabilidad trasciende fe forma
necesaria a solo las mujeres, hombres: carne, mujeres: víveres, los hijos:
productos de aseo personal son algunas de las formas posibles. Cada uno de
ellos deberá obtener los productos
distribuyendo su tiempo para la obtención de los mismos y afectando de forma
directa su rutina diaria tanto para las actividades de ocio como para lo
laboral; la vida y el ingreso se divide en dos tipos, como lo indica una de mis
informantes:
“Mi salario se convierte
en dos tipos de recibos, los del Supermercado y los de
la Farmacia”
Las tensiones dadas en consecuencia no solo
articulan adaptaciones en la cultura del venezolano, sino repercusiones en su
salud en una relación entre:
Escases-Incertidumbre y
deterioro de la salud (consciente-inconsciente).
1.4. La cuarta forma es la compra por
intercambio: vecinos, familiares y amigos se comunican sobre los productos que
necesitan en sus hogares y al realizar la compra, se intercambian los mismos
(lo que ellos necesiten se intercambia por lo que nosotros necesitamos)
incluyendo aquellos que se realizan como colaboración dentro de la cola, es
decir personas que necesiten comprar tantas unidades como sean posibles
mediante la colaboración de un comprador que tenga las manos vacías y este
dispuesto a hacerlo (las condiciones debo guardarlas).
A los amigos y vecinos se
les muestran las facturas y se les cobran, pero para aquellos quienes forman
parte de nuestro parentesco consanguíneo otras formas se suceden, como el
perdón y el consentimiento, como un regalo del “Potlac” decembrino del amigo
secreto o como el regalo de un amigo a quien le sobra un desodorante que posee
en casa.
Más allá del Desodorante, el pañal.
La compra de pañales se realiza como el resto
de los rubros, pero sus escases es crítica y las compras tienen un componente más
neurótico, parecido al del Detergente en Polvo para lavar la ropa. Y en este
caso los plazos de espera son mucho más altos, es decir más espera en las afueras
de las Farmacias Cadenas, especialmente por madres con niños pequeños en
brazos.
Especificidades de la compra, el país rico el
guayuquito inexistente.
Las madres, principales compradoras en este
rubro ya no se encuentran solas, aunque en su mayoría se les observa en las
filas. En varias ocasiones, los padres-parejas, se observan al menos
preguntando en las Farmacias Cadenas sobre la existencia del producto. Para
este rubro, las principales marcas también han desaparecido y no se encuentran
de forma permanente en los anaqueles, las implicaciones en esto, es que los
niños usaran en menor cantidad tanto pañales como la ingesta de lácteos, lo
cual pude hacer varias entrevistas y está siendo sustituido por otros productos
como bebidas a base de arroz y en los sitios más humildes por alimentos sólidos;
destete temprano en una sociedad en donde también hay ausencia de padres.
Si su hijo por ejemplo utiliza una
talla M de una marca específica, le será casi imposible adquirirlos, por ende deberá comprar
la marca que consiga en el lugar que los venda (con las consecuencias que
implica el uso de estos productos en niños con alergias, rechazos por
componentes en la piel entre otros, agréguele la compra de tallas que no son
apropiadas).
Es común observar la compra de
tallas no adecuadas, como desodorantes que no son propios en fragancias para
cada género (masculino-femenino) las tallas disponibles no siempre concuerdan
con lo que se requiere, pero se realiza la compra igualmente por disponibilidad
y así comienza el ciclo del valor señalado anteriormente. Lo explico un poco: si
el niño utiliza una talla “S” y la compra se realiza por talla “M”, madres
utilizan mecanismos para que la talla funcione con tal de adquirir el producto
en cuestión, al igual que si la talla es menor a la morfología del niño, la
madre tomará las medidas necesarias para solventar la situación, descomponiendo
el pañal o rediseñando para que se adecue al cuerpo, también podría
intercambiarlo en su entorno social, por redes internas de amigos, con
familiares, a través de la colocación de anuncios en las redes sociales o
mensajes de dispositivos móviles.
La respuesta a la crisis, la respuesta no está
dada sino en la magia…la carencia de una visión de país se traduce permeando en
lo social. La sociedad y sus compradores en la Venezuela del ahora se
encuentran en una situación compleja que trastoca la vida regular de sus
ciudadanos.
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